El 19 de agosto de 1945 nacía el cantante argentino Sandro, uno de los más grandes ídolos de América

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Roberto Sánchez Ocampo (Buenos Aires, 19 de agosto de 1945-Guaymallén, 4 de enero de 2010), de nombre artístico Sandro, fue un cantante y actor argentino. Se especializó en los géneros de canción melódica, rock and roll y pop.​

Es ampliamente considerado como uno de los padres del rock argentino, por ser uno de los primeros artistas en cantarlo en español en América Latina, y además es uno de los cantantes argentinos más importantes de la historia. Incursionó varias veces en el cine como actor e incluso como director en un largometraje, también de su propio guion, llamado Tú me enloqueces.

Publicó cincuenta y dos álbumes originales y vendió al menos ocho millones de copias. Algunos de sus mayores éxitos son: «Dame el fuego de tu amor», «Rosa Rosa», «Quiero llenarme de ti», «Penumbras», «Porque yo te amo», «Así», «Mi amigo el Puma», «Tengo», «Trigal» y «Una muchacha y una guitarra». Su obra más famosa, «Rosa Rosa», vendió dos millones de discos. Asimismo, su tema «Tengo» fue considerado por la revista Rolling Stone y la cadena televisiva MTV como el n.º 15 entre los 100 mejores temas del rock argentino.

Durante su carrera también realizó dieciséis películas, y además fue el primer latinoamericano en cantar en el salón Felt Forum del Madison Square Garden. En 2005 recibió el Grammy Latino al conjunto de su trayectoria profesional.

Adoptó el seudónimo de Sandro dado que al momento de anotarlo sus padres quisieron ponerle ese nombre, pero no se lo permitieron los funcionarios del Registro Civil, así fue llamado en el seno familiar.

En 1960, tras sus primeros intentos como solista, formó el grupo Los Caniches de Oklahoma y grabó su primer sencillo, un rock en español de su autoría, «Comiendo rosquitas calientes en el Puente Alsina». Los integrantes del grupo eran: Héctor Centurión (voz y bajo), Carlos Ojeda (piano y percusión), Armando Cacho Lujan (batería), Sandro (primera guitarra), y Miguel Lito Vázquez (guitarra rítmica).

En 1961 cambiaron de nombre por Los de Fuego. Al principio, el cantante del grupo fue Centurión, mientras que Sandro era la guitarra líder y la segunda voz y hacía los coros. A fines de 1962 Centurión perdió la voz, siendo reemplazado por Sandro, quien poco a poco se dedicó exclusivamente a su rol de cantante líder. En 1963 comenzaron a llamarse Sandro y Los de Fuego, con la siguiente formación: Héctor Centurión (bajo), Enrique Irigoytía (guitarra rítmica), Armando «Cacho» Lujan (batería), Sandro (voz) y Juan José Sandri (guitarra).

Por entonces el rock and roll ya estaba instalado en la Argentina, desde al menos cinco años atrás, comenzando con Eddie Pequenino. A los primeros ídolos del rock, como Elvis Presley, Little Richard y Bill Haley, se habían sumado artistas y bandas de rock latinas que cantaban en castellano, como Johnny Carel, Los Dukes, Ritchie Valens (en California); Los Teen Tops, Los Blue Caps y Los Locos del Ritmo (en México); y decenas de otros. En esa década comenzaron a llegar también las bandas de la llamada invasión británica, entre las que destacaban los Rolling Stones y sobre todo Los Beatles.

Los de Fuego comenzaron haciendo versiones en español de los temas clásicos de artistas y grupos como, Elvis Presley, Jerry Lee Lewis, Paul Anka, etc. El 13 de septiembre de 1963 grabó su primer disco, un simple para la filial argentina de CBS, pero sin el grupo Los de Fuego. En un lado estaba la versión en castellano de «¿A esto le llamas amor?», de Paul Anka, y en el otro «Eres el demonio disfrazado», de Elvis Presley. En ese disco, el grupo que lo acompañó es el de Milo (sobrenombre artístico de José Carlí) y su Conjunto. El disco no tuvo trascendencia. Poco después publicó un segundo disco sencillo, en noviembre del 63 con las canciones «Choza de azúcar» y «Dulce», una balada pop de Alejandro Chamica, uno de sus primeros hits de baladista romántico, y luego un EP, con el título de Presentando a Sandro, que incluía «Bésame pronto» (Elvis), «Choza de azúcar» (Jimmy Gilmer & The Fireballs), nuevamente «¿A esto le llamas amor?» y el novedoso «Polka Rock» (Alejandro Chamica).

En febrero de 1964, Sandro convenció a CBS y logró grabar el primer tema con Los de Fuego, una versión en castellano del famoso «Hay mucha agitación» de la cual vendió cifras inusuales para la época, unas 150 mil copias. Fue su primer gran éxito de rock and roll, por lo que en Argentina tiene un legado muy importante, ya que es uno de los iniciadores del movimiento rock argentino cantado en castellano. (Whole Lotta Shakin’ Goin’ On’ de Jerry Lee Lewis). El tema fue lanzado en un EP llamado Al Calor de Sandro y Los de Fuego, junto con «Las noches largas» (de Adriano Celentano), «Twist de Mamá Gansa» (de Teddy Randazzo) y el tradicional folk «Viajero solitario».

A mediados de 1964 Sandro y Los de Fuego comenzaron a realizar una serie de actuaciones en la televisión de Argentina, su debut fue en Aquí la Juventud, y luego participó del programa Sábados Circulares, de «Pipo» Mancera, que terminó impulsándolo a la popularidad. Sandro se vestía e imitaba los movimientos de Elvis y esos movimientos escénicos levantaron todo tipo de polémica. Fue llamado entonces «el Elvis criollo» o «el Elvis latino», a pesar de que tanto su baile como su música no se parecían absolutamente en nada a lo que Elvis hacía. Terminaba su espectáculo después de saltar de un lado hacia el otro y tirándose por el suelo sobre sus rodillas. Sandro hacía que sus seguidores imitaran sus movimientos frenéticos, y, sobre todo, que sus seguidoras gritaran, lloraran y se desmayaran. Entre las primeras composiciones del género rock en la voz de Sandro figuran canciones como «No puedo esperarte más nena» y «Peggy Peggy».

Las presentaciones de Sandro provocaron la reacción de personas influyentes que pretendían excluir al cantante de la televisión. Pero Mancera enfrentó la informal censura, amenazando con su renuncia, y la misma fue levantada. Aquellas presentaciones de Sandro y Los de Fuego en Sábados Circulares se encuentran registradas en blanco y negro, y han sido publicadas en varios videos. Por otro lado, la primera película en la que el artista aparece es Convención de vagabundos, de 1965, en un rol secundario.

Posteriormente, una vez ingresado a la discográfica CBS, ya como solista, el productor Héctor Techeiro tomó su dirección artística, y, bajo su producción, Sandro grabó sus mejores discos, incluyendo La Magia de Sandro, Sandro de América, Una muchacha y una guitarra, entre otros. Héctor Techeiro logró que el furor que Sandro despertaba en sus fanes se tradujera en éxito comercial, y tras dos años y medio las ventas de discos estallaron.

A principios de 1965 apareció Sandro y los de Fuego, el primer álbum de Sandro, incluyendo versiones de Los Beatles («Te conseguiré», «Anochecer de un día agitado»), Jerry Lee Lewis («Hay mucha agitación»), Buddy Holly («Peggy, Peggy»), Elvis («En mi mente»), etc.

El segundo álbum salió el mismo año, Al calor de Sandro y Los de Fuego, reiterando la línea de realizar versiones de temas exitosos del rock anglosajón («La casa del sol naciente», «Boleto para pasear», «Es una mujer», «Perseguiré al sol»). Antes de finalizar 1965 se disolvieron Los de Fuego, y Sandro formó una nueva banda soporte, The Black Combo (homenaje a Bill Black, bajista de Elvis). El grupo estuvo integrado por músicos provenientes del jazz, como Negro Orlando (guitarra), Adalberto Cevasco (bajo), Fernando Bermúdez (batería), Bernardo Baraj (saxo) y Miguel Abramec (percusión).

Al comenzar 1966 Sandro lanzó su tercer álbum, El sorprendente mundo de Sandro, que incluye temas interpretados con distintas bandas: con Los de Fuego en las últimas grabaciones realizadas en 1965, con los Black Combo y con la orquesta de Oscar Cardozo Ocampo. En este álbum aparecieron las primeras canciones de Oscar Anderle, autor de muchas de las letras de melodías compuestas por Sandro, entre ellas «Solo sin ti». Incluye también una versión notable de «Melodía desencadenada» (Unchained Melody), de Alex North.

A fines de 1966 salió su cuarto álbum, Alma y fuego, en donde ya comienza a notarse un cambio de orientación musical hacia ritmos más latinos. Nuevamente lo acompañan Oscar Cardozo Ocampo y The Black Combo. El disco fue editado también en los Estados Unidos, donde tuvo más éxito entre las comunidades latinas que el moderado que obtuvo en la Argentina. El álbum incluye «Como caja de música» de la pareja Sandro-Anderle, donde ya puede notarse claramente el peculiar estilo de balada romántica proveniente del rock, desarrollada por la dupla y que haría famoso a Sandro. En la primera película que Sandro debuta como actor secundario fue en «Tacuara y Chamorro Pichones de Hombres». En ese mismo año, Sandro funda el emblemático bar La Cueva junto con “Pajarito” Zaguri, con el objetivo de darle espacio a nuevos y jóvenes artistas.

A mediados de 1967 Sandro lanzó su último álbum de la etapa roquera, Beat Latino. Ya en el título del álbum se nota la decisión de dirigirse musicalmente hacia una fusión de los nuevos ritmos provenientes del rock and roll con los nuevos ritmos y estilos latinos, especialmente la balada romántica, con el fin de desarrollar una música moderna y juvenil pero también de fuerte arraigo popular. El álbum tiene cinco temas con The Black Combo, tres con Oscar Cardozo Ocampo y cuatro con Jorge López Ruiz, con lo que comienza a interpretar temas arreglados y dirigidos por este indiscutido músico argentino, en sus inicios bajista, que se convierte en el director y arreglador musical de los grandes éxitos de Sandro, con orquesta y coros. El disco incluye un tema de Luis Aguilé («Miguel e Isabel») y el éxito «Ave de paso» de Sandro-Anderle, así como «Con los ojos del recuerdo», de la misma pareja de compositores.

Durante esta primera etapa como baladista el principal contrincante que le eligieron la prensa y los productores, era el cantautor español Raphael, ya que ambos interpretaban por entonces el mismo género, e incluso se había tomado como referencia para hacer una película musical sobre Sandro la última película de Raphael.

Con el dinero que comenzó a ganar con sus presentaciones y discos, Sandro alquiló en 1966, junto con otros músicos de rock argentinos, entre ellos Billy Bond, el local La Cueva, en la calle Pueyrredón 1723 de Buenos Aires, para formar un centro de reunión y difusión del rock argentino. La Cueva contrató a Litto Nebbia y Los Gatos como banda permanente del local, banda que poco después (1967) grabaría el tema «La balsa», dando origen a lo que ha dado en llamarse «rock nacional» argentino.

En la segunda mitad de la década Sandro cambió la chaqueta de cuero por el esmoquin y la corbata, los vaqueros por los pantalones acampanados, pero conservando el pelo largo revuelto y las patillas largas y los movimientos convulsivos a lo Elvis, que profundizó desarrollando un estilo propio que terminó siendo su marca personal.

A fines de la década de 1960 Sandro empezó a cambiar radicalmente su estilo, abandonando el rock and roll clásico en español, para diseñar un repertorio más popular, siendo uno de los pioneros de la balada romántica latinoamericana, derivada del bolero, que se convertiría en el género pop latino por excelencia en las siguientes décadas. ​Sandro le aportó temáticas, poses y ritmos extraídos del rock and roll, que la hicieron provocativa y atractiva para los jóvenes de los sectores más populares de las comunidades latinas de América, y muy especialmente para las mujeres.

Una parte esencial de su estilo fue la adopción de una pose de seducción sexual abierta, que Sandro dirigió hacia las mujeres, expresándolo en sus letras y ritmos, pero sobre todo en su voz y movimientos, obviamente derivado de Elvis Presley, pero que alcanzó una plena identidad personal. Este estilo sexual irreverente tuvo un efecto arrasador sobre las jóvenes latinoamericanas.

Las fanáticas de Sandro (sus «nenas») llegaron a ser tan importantes como él mismo, devolviendo en sus presentaciones un clima de desenfreno y sexualidad, entre las que se volvió un clásico arrojar al escenario su ropa interior. Para la época, el mensaje de Sandro resultaba un revulsivo radical contra las normas morales establecidas sobre la virginidad de las mujeres y las relaciones prematrimoniales, férreamente establecidas en toda América Latina.

A comienzos de 1967 Sandro hizo su segunda aparición en cine, pero fue a fines de ese año cuando comenzó la seguidilla que hizo estallar la balada romántica en el gusto popular del continente.

Todo comenzó en octubre con su presentación en el Festival Buenos Aires de la Canción, cantando la balada «Quiero llenarme de ti», que le valió ganar el festival y volverse enormemente popular de la noche a la mañana. El éxito se consolidó con el lanzamiento inmediato del sencillo homónimo, que rompió récords de ventas y se publicó en varios países de habla hispana y comunidades latinas de EE. UU., marcando el inicio de su carrera artística internacional. Y ya tenía su cupo para que fuera a participar en el festival San Remo de la Canción en Italia, a fines de febrero del 68 y también era cantante invitado al festival Viña del Mar de la Canción en Chile a inicios de febrero de 1968.

El éxito enmarcó el lanzamiento de su sexto álbum, antes de que terminara 1967, que también tomó el nombre de Quiero llenarme de ti. El título con el que había sido pensado inicialmente, Vibración y ritmo quedó como subtítulo del nuevo trabajo. El disco incluye éxitos como «Atmósfera pesada», «Después de la guerra», «Creyente soñador» y «Las manos», y la orquesta que lo acompañara fue la de Jorge López Ruiz, quien seguiría haciéndolo en los siguientes.

El primer trimestre de 1968 terminó de consolidar a Sandro en una continuidad exitosa, lanzando un simple por mes, todos éxitos: «Porque yo te amo», «Como lo hice yo» y «Una muchacha y una guitarra», entre otros.

Entretanto, en febrero de 1968, Sandro se presentó en el Festival de Viña del Mar (Chile), donde volvió a ganar, repitiéndose el furor popular, especialmente femenino, desatado en el festival de Buenos Aires. Viña, un festival clave de la música continental, le abrió las puertas de los países hispanoamericanos: Venezuela, Colombia, Perú, Uruguay, Paraguay, Ecuador, México, Puerto Rico, Costa Rica y República Dominicana. Su éxito se extendió a las comunidades latinas de EE. UU.

El éxito fue sellado con el lanzamiento en toda América de su séptimo álbum, Una muchacha y una guitarra.

Un nuevo salto se produjo a fines de 1968, cuando lanzó su octavo álbum, el más exitoso de su carrera: La magia de Sandro. Con éxitos como: «Penas», «Penumbras», «Así», «Tengo», «Por tu amor», «París ante ti», «Por algún camino», «Lluvia de rosas», «Yuma yoe», «Me amas y me dejas» y «La juventud se va». En este álbum producido por Héctor Techeiro, el dúo Sandro-Anderle (todos los temas les pertenecen) ya ha definido las características de la balada romántica que buscaban, matizándola con algunos temas de ritmo más marcado y aire rocanrolero. Sus principales temas son «Penumbras», «Por tu amor», «Así» y «Tengo», este último considerado en 2002, por la cadena MTV y la revista Rolling Stone, como el n.º 15 de los 100 mejores temas del rock argentino.

Notablemente, el mundo del naciente rock nacional argentino, (que entre otras variantes, experimentaba la fusión de rock and roll con formas de pop y folclore latino, con el fin de ganar masividad y un sonido diferencial del rock internacional, y también orientaban gran parte de sus letras contra la moral sexual tradicional católica), rechazó a Sandro sin contemplaciones, con el argumento descalificador de que se trataba de «música grasa».(«grasa» es un término utilizado por las clases medias y altas de la Argentina, para denominar despectivamente a la clase obrera y los gustos populares). Hubo que esperar dos décadas para que se iniciara una revalorización general de Sandro por parte del rock nacional.

En los siguientes doce años (1969-1980) Sandro realizó 12 películas y otros tantos álbumes. Ese 1969 publicó dos álbumes (Sandro de América y Sandro) y realizó sus primeras dos películas como protagonista absoluto (Quiero llenarme de ti y La vida continúa). De sus grandes éxitos aparecieron «Rosa, Rosa», «Guitarras al viento», «Hasta aquí llegó mi amor», «Por eso bebo», «Cuando existe tanto amor», entre otras. De entonces son sus obras más famosas: Rosa, Rosa (la más vendida de su carrera) en primer lugar y Trigal, en el segundo.

El 2 de agosto recibió en Nueva York un disco de oro por haber sido el artista latinoamericano con mayor cantidad de discos vendidos en los EE. UU. En Caracas tanto en 1968 como en 1969 Sandro fue galardonado como el artista o cantante extranjero del año con el trofeo Rafael Guinand entregado por un grupo de artistas, cronistas de radio y televisión y por el público venezolano. E inclusive en la década de 1970 cuando se dividieron los organizadores del premio y aparece el trofeo Meridiano de Oro por votación popular del público venezolano a través de los diarios 2001 y Meridiano, Sandro lo obtuvo todas las ediciones desde 1970 hasta 1975 y también en 1978, demostrando los altísimos niveles de popularidad que tuvo Sandro en Venezuela.

Simultáneamente con el estallido de su popularidad, aceptó el apodo de Gitano, que eligió para él un productor, en reconocimiento de sus supuestos ancestros gitanos y, en especial, a su abuelo paterno, un húngaro que se cree perteneció al pueblo Romaní, que terminó radicándose en la Argentina. El tema de su apodo ha despertado varias controversias. Hay quienes sostienen que el mismo fue simplemente un producto del marketing, ya que no es seguro que Sandro tuviera ascendencia gitana.

En 1970 estrenó dos películas más, Gitano (donde representa el papel de un gitano latinoamericano llamado Roberto Vega acusado de un crimen que no cometió) y Muchacho, así como el álbum de esta última película.

A comienzos de ese año, el 11 de abril de 1970, se convirtió en el primer artista latinoamericano en actuar en el Madison Square Garden, en Nueva York, presentándose en vivo en dos recitales en el Felt Forum, frente a un total de algo más de 5000 espectadores.

Sandró llevó su espectáculo musical a todos los países de las Américas y el Caribe, incluyendo EE. UU. y Canadá, alcanzando los primeros lugares de todas las listas de la canción popular latinoamericana.

Con una fama que se extendió por todo el mundo, se convirtió en ídolo y representante del continente, comenzando a ser conocido con el nombre de su noveno álbum, Sandro de América, en tanto que la discográfica CBS lo consideró el n.º 1 de la región. Por ese entonces, Sandro junto a otros compatriotas, como Leo Dan, Palito Ortega, Leonardo Favio, Piero y Luis Aguilé y cantantes como los ibéricos Nino Bravo, y Julio Iglesias y el portorriqueño José Feliciano, consagraron la balada romántica como máximo género musical de América Latina (íntimamente vinculada a su vez a la telenovela como género televisivo).  Sandro llevó a la balada el estilo roquero en el que se había formado.

En el año 1971 comenzó convocando a 60 000 personas en Buenos Aires en el estadio de San Lorenzo durante los carnavales.

Ese año lanzó el álbum Sandro espectacular (que incluye «Dame el fuego de tu amor», otro de sus grandes éxitos). Y actuó como protagonista en dos películas, Embrujo de amor (junto a la actriz española Carmen Sevilla) y Siempre te amaré, realizando también la música del film ¡Arriba juventud!. Ese año fue premiado en Francia en el Festival Internacional de Cantantes Galos y luego fue invitado a cantar en el Festival de la Canción de San Remo (Italia), actuación que repetiría al año siguiente.

En 1972 fue el primer artista en cantar en el Luna Park de Buenos Aires, hasta entonces un ámbito exclusivamente boxístico, con un amplio éxito. En EE. UU. recibió el premio Grand Ball al cantante del año, y las llaves de la ciudad de Miami. Lanzó un álbum de estudio nuevo (Te espero…). También se estrenó ese año su octava película, Destino de un capricho, en el que interpreta el papel de Daniel. Sandro llenó el estadio Maracaná en Brasil.​

En 1973 celebró los diez años desde su primera grabación, lanzando un álbum titulado Sandro: Después de 10 años, en el que se incluye el tema Mi amigo el puma, y estrenó su novena película, El deseo de vivir.

En los años restantes de la década del 70 editó seis álbumes (entre ellos Sandro… siempre Sandro, Tú me enloqueces y Sandro…un ídolo) y tres películas más: Operación Rosa Rosa (1974), Tú me enloqueces (1976) y Subí que te llevo (1980). En 1975 volvió a actuar en el Festival Viña del Mar de la Canción como estrella estelar encabezando la lista de artistas invitados al mismo como Roberto Carlos, Emilio José, Julio Iglesias y otros intérpretes. En 1978 volvió a cantar en Argentina luego de cinco años sin hacerlo, con un recital a beneficio en el Teatro Ópera de Buenos Aires, transmitido en directo por el Canal 13. También tuvo su propio programa de televisión en Argentina, un espectáculo musical titulado Querido Sandro, que se transmitía todos los jueves por canal 13.

En 1981 fue a Venezuela, donde su canción Cuando yo te amo, era el tema musical de la telenovela De su misma sangre, que lo tuvo como actor y cantante invitado, y que fue un éxito en sintonía en la América Latina y en las comunidades latinas de los Estados Unidos. En 1983 en el programa «Cordialmente» presentado por Juan Carlos Mareco, Sandro repasa su vida profesional. Luego de su éxito en los festivales de la canción de Buenos Aires y Viña del Mar comienza a viajar por América en el 68 con su primer éxito «Quiero llenarme de ti» a través de medios radiotelevisivos. En los Estados Unidos recibió una infinidad de premios: Artista revelación de año, Artista latinoamericano que más discos vendió en los Estados Unidos, Artista del año, Mejor showman, Cantante del año. Asimismo llenó el Felt Forum del Madison Square Garden de New York, en esa misma ciudad actuó con Celia Cruz, hizo giras por toda América, actuó en el hotel Caesar Palace de las Vegas, el Carnegie Hall, recibió en New York el premio al astro de América. Cantó en escenarios de Estados Unidos, México, Centroamérica y Europa: (España, Francia, Italia y Países Bajos), aunque se mantuvo siempre en Latinoamérica como área principal de sus espectáculos artísticos. Ese mismo año Sandro y Oscar Anderle se separaron, luego de 15 años de trabajar juntos. Sandro se dedicó entonces a buscar un nuevo sonido que le permitiera renovarse sin perder identidad y para ello, se asoció con Rubén Aguilera. El resultado fue la grabación en 1984 del álbum Vengo a ocupar mi lugar. Al lanzamiento del disco siguieron más de ciento diez recitales a lo largo de Argentina. En esa década de 1980 también protagonizó varias telenovelas. La más recordada es la puertorriqueña Fue sin querer, popular en Puerto Rico aún muchos años después de su transmisión.

En 1986 fue entrevistado por Leonardo Simons en su programa Finalísima, emitido por Canal 9. Allí contó, entre otras cosas, que inició su carrera a los 17 años cuando el director Joaquín Domínguez le preguntó: «Pibe, te animás a sacarte el saco», a lo que él contestó, obviamente, con afirmación. En 1989 es convocado por León Gieco para interpretar a dúo el tema en portugués Quem poidera namorarla, adaptada al castellano como Mi amigo.

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