El 16 de septiembre de 1973 asesinan al músico chileno Víctor Jara
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Información procedente de RTVE
El 16 de septiembre de 1973, el cantautor chileno Víctor Jara fue asesinado por las Fuerzas Armadas de la dictadura militar establecida tras el golpe de Estado contra el gobierno de la Unidad Popular chilena de Salvador Allende que había triunfado días antes.
Jara, uno de los referentes de la llamada ‘Nueva canción chilena’, estaba a punto de cumplir 41 años y había sido detenido días antes y convertido en prisionero de guerra junto a miles de estudiantes, profesores, obreros e intelectuales en el Estadio Nacional de Chile, donde sufrió torturas a manos de los militares encabezados por el general Augusto Pinochet. Finalmente fue ejecutado y su cuerpo fue hallado poco después con más de 40 impactos de bala.
Los golpistas acabaron con la vida de Víctor Jara pero no con su memoria, ya que el cantautor se convirtió, tras su muerte, en un símbolo de la resistencia contra la dictadura de Pinochet.
Músico y dramaturgo
Su amor por la música lo heredó de su madre, Amanda Martínez, a quien dedicó «Te recuerdo Amanda», su composición más popular y uno de los clásicos de la canción latinoamericana. Pero antes de consagrarse como intérprete y compositor, Víctor Jara tuvo una destacada trayectoria teatral como director de obras como La remolienda.
Sin embargo su fama y consagración le llegó por su labor musical: fue director artístico del grupo Quilapayún y solista de la Peñá de los Parra, antes de grabar en 1966 su primer disco en solitario. Su consagración llegó en 1969 con su cuarto trabajo, Pongo en tus manos abiertas, que incluía la citada «Te recuerdo Amanda».
La llegada al poder de Salvador Allende, apoyado por la coalición de partidos de izquierda Unidad Popular, supuso un paso adelante en su compromiso político y fue nombrado embajador cultural, dedicando estos años en exclusiva a dar voz a los logros de la revolución socialista chilena.
Torturado y asesinado
El 11 de septiembre de 1973 el golpe de Estado de la junta militar sorprendió a Víctor Jara en la Universidad Técnica del Estado, donde fue detenido y llevado al Estado Nacional de Chile -que hoy lleva su nombre-, convertido en campo de concentración.
Casi dos décadas duró la dictadura de Pinochet y no fue hasta su caída cuando la Comisión de la Verdad y Reconciliación determinó que Jara había sido asesinado tras recibir 44 disparos y su cuerpo arrojado a unos matorrales, donde fue encontrado días después del crimen y reconocido por su viuda, Joan Turner.
En 2018, la justicia chilena condenó a nueve oficiales de las Fuerzas Armadas a penas de hasta 25 años por el asesinato de Víctor Jara, sentencia que fue ratificada hace unas semanas por la Corte Suprema de Chile, aunque ya solo viven seis de los autores.
Una justicia tardía para un crimen que simbolizó el horror de la dictadura chilena, incapaz de acallar sin embargo la voz y el talento inmortal de Víctor Jara.
