Vídeo: Pepa Flores, «Marisol», ha cumplido 75 años
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Fuente: Diario La Vanguardia
Vive en Málaga, retirada de la vida pública, junto a su pareja desde hace más de 30 años, Massimo Stecchini.
Pepa Flores, y en el recuerdo Marisol, cumplió el sábado 4 de febrero 75 años. Y lo hace como una mujer anónima, alejada de los focos, esos que en los años sesenta y setenta le dieron la fama y le robaron la inocencia. Convertida en niña prodigio, mito de la televisión y cara amable de la dictadura franquista, Marisol tomó la decisión en los ochenta de retirarse de todo y tener una vida discreta. Sus tres hijas, que en el 2020 recogieron en su nombre el Goya de Honor, explicaban que ahora su madre tenía la vida que siempre había soñado.
Mientras todo el mundo veía una preciosa niña rubia de ojos azules, sonriente y talentosa, la joven actriz y cantante sufría un infierno. Tuvieron que pasar unos años para que Pepa Flores confesara públicamente que durante su mejor época había sufrido abusos sexuales. “Me llevaban a un chalet del Viso y allí acudía gente importante, gente del régimen, a verme desnuda, a mí y a otras niñas”.
En su carrera profesional consiguió llegar a lo más alto, pero lo que sufrió en sus propias carnes solo ella lo sabe. La vida mediatizada y la presión de su fama le saturaba hasta tal punto que una vez llegó a perder la voz temporalmente.
En 1987, cuando ni siquiera tenía 40 años, consiguió, al fin, desaparecer de la vida pública
A los 75 sigue siendo una mujer atractiva, que disfruta de días tranquilos en su Málaga natal en compañía de su pareja, Massimo Stecchini, a quien conoció en 1988 en la pizzería que regentaba. Mantiene una excelente relación con sus tres hijas, nacidas de su relación con Antonio Gades: la actriz María Esteve, de 48 años; Tamara Esteve, psicóloga, de 46, y Celia Flores, cantante, de 41. De ellas tiene dos nietos.
Nació como Josefa en un hogar muy humilde, en una corrala malagueña. Desde niña fue gran admiradora del cante flamenco, y cantaba y bailaba de maravilla. Fue descubierta a los 11 años por el productor Manuel José Goyanes durante una actuación en un programa de televisión. Nacía así Marisol. Clases de inglés, ballet, dicción… todo estaba en marcha para conseguir una estrella. Le aclararon el pelo para que fuera aun más angelical y cuentan que le operaron la nariz.
En 1960 se estrenó con gran éxito su primera película, Un rayo de luz , con la que obtuvo el premio a la Mejor Actriz Infantil en la Mostra de Venecia. Le siguieron Ha llegado un ángel (1961), Tómbola (1962), Marisol rumbo a Río (1963) y muchísimas más. Tenía 15 años y tanto ajetreo y estrés le produjeron una úlcera de estómago.
En esa época solo había dos artistas famosas españolas que traspasaban fronteras: Marisol y Sara Montiel. Dicen que ya entonces quería dejar el cine, pero su entorno no se lo permitió ya que Marisol era una mina.
La muerte pública de Marisol se escenificó con la portada que protagonizó en Interviú en 1975, un escándalo que conmocionó al país. Posteriormente se supo que esas fotos habían sido publicadas sin el consentimiento de la artista. Aquella fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de la actriz, que se decidió a contar toda la verdad detrás del personaje.
La muerte pública de Marisol se escenificó con la portada que protagonizó en Interviú en 1975, un escándalo que conmocionó al país
Cuando tenía 21 años, en 1969, se casó con Carlos Goyanes, hijo de su descubridor. A los tres años se separó de él. Poco después se enamoró del bailarín Antonio Gades con quien tuvo a sus tres hijas. En 1982 se casaron en Cuba, siendo padrino de bodas Fidel Castro. Junto a Gades, se afilió al Partido Comunista de España y, posteriormente, al Partido Comunista de los Pueblos de España, y era habitual verla en mítines y actos a favor de las libertades y de la revolución cubana.
Además, Gades fue quien la animó a hacer papeles en el cine, porque ella ya quería retirarse y enterrar el icono que había representado. Quería dedicarse a su familia, a sus hijas, y por fin descansar. En esa etapa Pepa intervino en sus últimos papeles: la serie de televisión Proceso a Mariana Pineda (1984), y Caso cerrado (1985), el filme con el que concluye su carrera. Su matrimonio con Gades duró cuatro años.
En 1987, cuando ni siquiera tenía 40 años, consiguió desaparecer. En todos estos años, apenas ha tenido apariciones públicas. En enero del 2020, el cine español reconoció su trayectoria concediéndole el Goya de Honor. Siendo fiel a su ansiada vida anónima, Pepa Flores no asistió a la gala. Sus hijas recogieron por ella el premio mientras aseguraron que ella, la que ha sido uno de los iconos más importantes de la cultura española del siglo XX, lo veía desde el sofá de su casa.