Vídeo: Muere con 76 años Jane Birkin, intérprete de una de las canciones más sensuales jamás escritas
Para escuchar nuestra radio digital en directo pincha aquí www.energiavintage.com
En 1969 grabó junto con el compositor Serge Gainsbourg una de las canciones más icónicas de la cultura pop, la balada «Je T’Aime… Moi Non Plus», tema que en nuestro país la cultura popular bautizó como «la canción prohibida».
La actriz londinense Jane Birkin ha muerto a los 76 años en París. Cantante, actriz, personalidad legendaria por su carisma y simpatía, fue encontrada muerta la mañana del domingo en su domicilio parisino.
Hace días, Birkin, anunció la anulación de sus próximos conciertos con un comunicado oficial muy personal: «Sigo siendo muy optimista, como siempre. Dicho eso, soy consciente que necesito algunos días para ser capaz de volver a estar en escena, con vosotros…».
Birkin se instaló en París al final de los años 60 del siglo pasado, casada con el compositor John Barry, padre de su hija Kate. Ese primer matrimonio no duró mucho. Birkin conoció pronto a Serge Gainsbourg, cantante, el hombre de su vida. Fueron una pareja tan célebre como «escandalosa», iconos, a dúo, de un París nocturno que duró poco menos de veinte años.
La pareja Birkin-Gainsbourg tuvo una hija, Charlotte, cantante, como sus padres, pero solo duró una larga década. Gainsbourg corrió en busca de otras mujeres, Birkin, formó pareja con el director de cine Jacques Doillon, padre de su hija Lou Doillon. Tras la ruputura de esa segunda gran aventura amorosa, entre 1980 y 1992, Birkin decidió vivir su vida «definitivamente libre».
Un centenar de cintas
La actriz participó en poco menos de cien películas, con cierto éxito, sin llegar a rodar obras mayores de la historia del cine.
Entre 1969 y 2022, Birkin grabó una treintena de discos y compilaciones, con un éxito cierto.
Con su acento profundamente inglés, siempre, después de vivir más de medio siglo en Francia, Jane Birkin fue una personalidad profundamente parisina, cuya simpatía, su sinceridad y libertades, seducían a jóvenes y menos jóvenes.
Si la joven cantante de los años setenta y ochenta del siglo seducía sobre todos los más jóvenes y «díscolos», por su alegría libertina, la cantante de la madurez, de los últimos quince o veinte años, seducía definitivamente a todos los públicos, incluso los más «maduros». Con los años, Birkin quizá perdió parte de su alegría juvenil, para ganar en profundidad y humanismo, de cierta gravedad melancólica. Quizá esa evolución le confiere un puesto muy particular en la escena de la música ligera francesa del último medio siglo.